El «Trofeu Sant Jordi» se creó en 2012 por la falta de competiciones internacionales para los tiradores más jóvenes. El objetivo principal de la competición es ofrecer a los jóvenes la oportunidad de competir en su propia categoría de edad a nivel internacional. Desde su inicio ha formado parte del circuito M15 de la Real Federación Española de Esgrima (RFEE), lo que garantiza una alta participación. Como se ha dicho, este torneo siempre ha buscado su internacionalización, formando parte del proyecto de la European Fencing Confederation (EFC) de crear un circuito europeo para estas edades, pero desde el momento en que la EFC adoptó la edad M14 en su circuito, no pudo continuarse en esta línea. A pesar de no formar parte del nuevo circuito europeo M14, ha mantenido una buena participación internacional, pues no en todos los países se ha adoptado la edad M14 en la categoría infantil.
Otro rasgo característico de la competición es tener una imagen propia y que ésta esté vinculada a su origen en Cataluña, y a una fecha determinada. Muchas veces las competiciones de un circuito pierden su identidad y se transforman sólo en una forma de conseguir puntos. El Trofeo Sant Jordi siempre ha buscado mantener una personalidad propia, en distintos aspectos:
- Está vinculado a la fiesta de Sant Jordi, muy arraigada en Cataluña. Sant Jordi, caballero armado, encaja muy bien en el mundo de la esgrima. Y la tradición de regalar un libro y una rosa en este día, también encaja muy bien con nuestro deporte, que mantiene sensibilidad y cultura.
- La fecha de celebración se procura que siempre sea cercana a la de Sant Jordi (23 de abril), aunque a menudo las incompatibilidades del calendario obligan a una cierta separación de fechas, que se minimiza todo lo posible.
- Siempre se ha buscado que la fórmula de competición permitiera disputar a los participantes el máximo número de asaltos, compatibilizándolo hasta dónde ha sido posible con la normativa del circuito de la RFEE al que pertenece.
- Dentro de la capacidad de los organizadores y colaboradores, siempre se ha buscado que se den trofeos que se identifiquen con la competición, y que los participantes reciban regalos que también ayuden a guardar un buen recuerdo.
- Desgraciadamente no es una costumbre extendida, pero en la competición se premia también a los entrenadores de los ganadores pues muchas veces su importante papel formativo queda en segundo plano.
Desde 2023 el trofeo se celebra en Sant Cugat, donde el club de la ciudad y su Ayuntamiento han acogido el proyecto con mucha ilusión y han aportado todo lo necesario para el éxito organizativo.
El Club d’Esgrima Sant Cugat junto con la Federació Catalana d’Esgrima (FCE) y la Real Federación Española de Esgrima (RFEE) esperan que esta competición sea muy provechosa para todos los participantes y les dé una gran oportunidad de conseguir experiencia en pista, y guarden un buen recuerdo que les haga desear volver al año siguiente.