Los días 10, 11 y 12 de febrero se ha celebrado en el INEFC de Barcelona la Copa del Mundo de espada femenina más multitudinaria de la historia, con la participación de 296 espasistas de 53 nacionalidades distintas.
En la prueba individual, la incombustible brasileña Nathalie Moellhausen, que venía de ganar en el Grand Prix de Doha hacía dos semanas, demostró su gran estado de forma, logrando su mejor resultado en Barcelona, con una victoria en su quincena participación en el Trofeo Internacional Ciudad de Barcelona. Moellhausen que fue Campeona del Mundo en 2019, tuvo que superar a otras tiradoras de talla mundial, como la coreana Young Mi Kang, Campeona de Asia en 2017, que después de conseguir dos terceros puestos en la ciudad condal, en esta edición se encaramó hasta el segundo cajón del podio barcelonés. Y a dos espadistas que se clasificaron en tercera posición ex aequo, la actual campeona olímpica, la china Yiwen Sun, y por la francesa Aurine Mallo, toda una Top-10 mundial, que por segunda vez subía al podio de esta prestigiosa competición.
En la prueba por equipos, la victoria de Corea en la final fue incontestable, al ganar a la selección italiana por 34 a 27, aunque por el camino derrotó con muchas dificultades a los combinados de Israel, Hungría y Estonia, esta última por 45 a 44 en una semifinal apasionante. El tercer puesto fue para China, que tras reponerse de la derrota en semifinales con Italia por 20-29, venció a Estonia por 45 a 38.
También es de destacar la brillante actuación de la tiradora madrileña Sara Fernández, que logró el resultado más importante de su palmarés, finalizando en 12ª posición, y que también capitaneó a la selección española hasta la 8ª posición en la prueba por equipos, toda un hito histórico. Y la única tiradora catalana que participó fue Daniela Pinyol de la Sala de Esgrima Amposta, que finalizó en la 186ª posición.
Organizar eventos deportivos de esta magnitud no es nada sencillo, pero una entidad centenaria como la Federación Catalana de Esgrima ha vuelto a demostrar su potencial organizativo y una vez más ha superado con nota el reto de tener en nuestro país uno de los mayores espectáculos de la esgrima mundial.